miércoles, 12 de octubre de 2011

Permiso concedido!!!

De mírame y no me toques, así eran hasta ahora todas las obras culturales y/o intelectuales. El Copyright era el sacrosanto precinto que todo lo protegía, pero que a la vez limitaba la incipiente actitud web 2.0, y su inherente cultura del remix y del software libre. Era necesario por tanto, encontrar una solución creativa capaz de convertir el ESTÁ PROHIBIDO por el ESTÁ PERMITIDO. Y voilà aparació el Copyleft, y las licencias Creative Commons.

Tirando de Wikipedia: el copyleft es una práctica al ejercer el derecho de autor que consiste en permitir la libre distribución de copias y versiones modificadas de una obra u otro trabajo, exigiendo que los mismos derechos sean preservados en las versiones modificadas.

En otras palabras, pongamos el ejemplo de un programador que crea un software revolucionario. Además, es un tipo que no pretende lucrarse de su invento, y está abierto a cualquier mejora que terceras personas puedan hacer de su producto. Si opta por registrar su software y aplicarle el Copyright, de inmediato una serie de trámites burócráticos e intermediaciones intervendrían en todos los procesos de difusión y transformación de la obra. En resumen, límites jurídicos y económicos que echarían por tierra las pretensiones iniciales del programador.

Si por el contrario, opta por aplicarle una licencia Creative Commons, él va a tener poder de decisión sobre su propio producto. Podrá especificar que su software puede ser modificado por terceros, que se permiten o restringen usos comerciales, o incluso podrá indicar que las obras derivadas lleven la misma licencia que el producto original.

¿Supone esto vía libre para el plagio indiscriminado? No, ya que todas las licencias Creative Commons garantizan el reconocimiento de la autoría original, por lo que el plagio no tiene cabida.

Corren nuevos aires en esta nueva era, la sabiduria es cooperativa, o mejor dicho Wiki, el remix ya no es solo cosa de las pistas de baile, y la libertad intelectual le gana la partida a las cortapisas comerciales. Del mírame y no me toques, hemos pasado al tócame y vuelveme a mirar.







1 comentario:

  1. La Web 2.0 trae efectivamente el triunfo poco a poco de las licencias abiertas y/o libres del lado del Copyleft. Enhorabuena por el artículo

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