Sueños, esperanzas y proyectos de mucha gente se han reducido a escombros estos días... Los más agoreros dirán que de Kukutza solo queda el esqueleto, e incluso habrá alguno que cuente las horas para que las escavadoras y los bulldozers terminen de echar por tierra los pilares del gaztexe de Rekalde. Sin embargo, el espíritu de Kukutza sigue más vivo que nunca, y esta tarde en Bilbao su canto de cisne se ha echo escuchar alto y claro.
Una marea naranja a tomado las calles, y ni la lluvia, ni las fuertes medidas de seguridad impuestas por el Ayuntamiento han logrado acallar unas voces que han gritado al unísono proclamas en favor de una sociedad más justa y equitativa.
Lo que podría haber sido una marcha fúnebre por el adiós definitivo al gaztetxe, se ha convertido en una fiesta colorista abierta a todo tipo de públicos. No ha sido un adiós, ha sido un hasta luego, porque entre los cascotes y los escombros, el corazón de Kukutza sigue latiendo con fuerza.
Una marea naranja a tomado las calles, y ni la lluvia, ni las fuertes medidas de seguridad impuestas por el Ayuntamiento han logrado acallar unas voces que han gritado al unísono proclamas en favor de una sociedad más justa y equitativa.
Lo que podría haber sido una marcha fúnebre por el adiós definitivo al gaztetxe, se ha convertido en una fiesta colorista abierta a todo tipo de públicos. No ha sido un adiós, ha sido un hasta luego, porque entre los cascotes y los escombros, el corazón de Kukutza sigue latiendo con fuerza.
Muy buen vídeo que muestra todo lo vivido estos días en Rekalde
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